La Dame Blanche

Coralie era una chica francesa que vivía en París. Le encantaba viajar y conocer nuevos lugares. Un día, decidió ir a visitar a su abuela, que vivía en un pueblo al sur de Francia. Para ello, tomó su coche y se puso en camino por la carretera.

Todo iba bien hasta que, al llegar a una curva, perdió el control del vehículo y se estrelló contra un árbol. El impacto fue tan fuerte que Coralie murió en el acto. Su cuerpo quedó atrapado entre los hierros del coche, que empezó a arder.

Nadie se enteró de lo que había pasado, ya que era de noche y la carretera estaba desierta. El coche se consumió por las llamas y los restos de Coralie se convirtieron en cenizas.

Sin embargo, el espíritu de Coralie no encontró la paz. Se quedó vagando por la carretera, esperando que alguien la llevara a su destino. Cada noche, se aparecía a los conductores que pasaban por allí, vestida de blanco y con el pelo suelto. Les hacía señas para que se detuvieran y les pedía que la llevaran a su pueblo.

Algunos conductores se asustaban al verla y aceleraban para escapar. Otros se compadecían de ella y la dejaban subir a su coche. Coralie se sentaba en el asiento trasero y les daba las gracias. Luego, les contaba que iba a visitar a su abuela, que estaba enferma y que no quería morir sin verla.

Los conductores se conmovían con su historia y le prometían que la llevarían a su pueblo. Sin embargo, al llegar a la entrada del pueblo, Coralie desaparecía sin dejar rastro. Los conductores se quedaban perplejos y confundidos. Algunos se atrevían a preguntar por ella en el pueblo, pero nadie la conocía. Otros se enteraban de que hacía años que una chica había muerto en un accidente de coche en la misma carretera por la que habían pasado.

Desde entonces, se dice que el fantasma de Coralie sigue apareciéndose cada noche, buscando a alguien que la lleve a su pueblo. Se le conoce como la Dame Blanche, la Dama Blanca, y se dice que es una señal de mala suerte. Algunos dicen que si la llevas a su pueblo, te concederá un deseo. Otros dicen que si la rechazas, te provocará un accidente.

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