Amor en Dos Tiempos Cap 11

Capítulo 11 – Noche Tóxica

Después del largo viaje, Diego finalmente regresó a casa cansado pero lleno de alegría y satisfacción. Su motocicleta lo ha llevado a través de bellos paisajes y momentos inolvidables, y siente que ha encontrado una nueva fuente de energía en sus aventuras.

Diego decidió darse una ducha para descansar y recuperarse antes de iniciar la siguiente tarea. El agua tibia cae sobre tu cuerpo cansado y alivia el estrés y el cansancio del viaje. Mientras se hundía en el agua, reflexionó sobre los momentos especiales que había vivido en la montaña y se sintió agradecido por lo vivido.

Después de ducharse, Diego se sentó frente a la computadora y comenzó a procesar la grabación. Ha capturado hermosos paisajes y momentos emocionantes durante su viaje y ahora estás feliz de compartirlos con el mundo. Revisa su perfil en las redes sociales y comienza a subir sus videos y fotos.

Diego: (emocionado) Es hora de compartir estas aventuras con todos. ¡Espero que a la gente le guste!

Diego comenzó a editar sus videos y a detallar sus viajes. Mientras trabaja en sus proyectos, le gusta inspirar a otros a explorar el mundo en motocicletas y disfrutar de la libertad que eso conlleva.

En otro rincón de la ciudad, María está en su departamento. Esta escena era muy diferente a las que había compartido antes con Diego. El lugar era un desastre, platos sucios amontonados en el fregadero y ropa tirada por el suelo. Había un olor desagradable en el aire.

María se sentó en el sofá, perdida en sus pensamientos, mirando el caos que se había apoderado de su vida. Se pregunta cómo había llegado a ese punto y todo parece tan complicado y confuso.

María: (pensando) ¿Cómo llegué aquí?

María se siente abrumada por la responsabilidad del mantenimiento del departamento y los gastos que ahora recaen sobre sus hombros. La ausencia de Diego se convierte en un lastre en su vida y su relación con Andrés no es lo que imaginaba. Las palabras de sus amigas resonaban en su mente: Ten cuidado con Andrés.

María se dio cuenta de que todo había cambiado drásticamente desde que Diego se fue y no de la mejor manera. La falta de atención y cuidado de Andrés la hacía sentir sola y frustrada.

Mientras María se sienta sola en su desordenado departamento, reflexiona sobre las decisiones que ha tomado y la dirección que está tomando en la vida.

La relación de María con Andrés da un giro oscuro y tóxico. Andrés se volvió dominante y celoso, restringiendo la libertad de María y ejerciendo poder sobre ella.

Las escenas en su departamento reflejan la tensión en su relación.

Andrés volvió a invitar a María a salir, esta vez a uno de los bares que él y sus amigos frecuentaban. Sin embargo, lo que debería haber sido una noche de alegría se convirtió en una experiencia dolorosa para María.

Andrés: (amenazando) María, ¿por qué siempre es tan difícil llevarse bien contigo? Sólo quiero que disfrutes conmigo y mis amigos.

María se sintió atrapada, asustada y enojada. Cuando Andrés intentó forzar un beso, ella se apartó y lo regañó por su comportamiento.

María: (enojada) ¡No tienes derecho a hacer eso, Andrés! No soy tu propiedad.

En lugar de disculparse, Andrés respondió con palabras abusivas y despectivas y dejó claro su desprecio por María.

Andrés: (insultante) Tienes que aprender a respetarme y hacer lo que te digo. Eres mía y debes actuar como tal.

El ambiente en el departamento se vuelve más tenso y María se siente atrapada en una relación asfixiante y violenta. La sombra de una relación tóxica se cierne sobre ella y se pregunta cómo llegó a este punto.

El enfrentamiento con Andrés finalmente llegó a un punto sin retorno. Furiosa y decidida, María lo sacó a gritos de su departamento y le exigió que desapareciera de su vida. Andrés finalmente se retiró, aunque de mala gana, dejando a María sola en la oscuridad de su casa.

Cuando la puerta se cerró detrás de él, María cayó al suelo y gritó de angustia. Las lágrimas brotaron de sus ojos al enfrentar la realidad de la relación tóxica que había dejado entrar en su vida.

María: (entre sollozos) ¿Cómo pudo pasar esto? ¿Por qué ha cambiado todo?

María estaba sentada en el departamento a oscuras, perdida en un mar de recuerdos. Comenzó a recordar los momentos felices que compartió con Diego, cuando él era su apoyo incondicional y su cariñoso compañero.

Los momentos fluyen a través de su mente:

Cuando estaba enferma, Diego cocinaba sus platos favoritos. Las caricias reconfortantes de Diego cuando se sentía triste. Las aventuras juntos, explorando nuevos lugares y creando recuerdos invaluables. La mirada llena de amor de Diego cuando la veía.

María: (con tristeza) Diego era muy atento, siempre se preocupa por mí. Él me cuidaba cuando estaba enferma y siempre estuvo ahí para ayudarme.

María se da cuenta de cuánto ha perdido al dejar ir a Diego y al permitir que Andrés se convierta en una parte tóxica de su vida. Lamenta profundamente las decisiones que la llevaron a este punto. Mientras las lágrimas siguen cayendo, María enfrenta la realidad de su situación y se pregunta si todavía hay una manera de encontrar la felicidad y la estabilidad que alguna vez tuvo con Diego.

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