Amor en Dos Tiempos Cap 16

Capítulo 16 – La Resolución de Valentina

A medida que cae la noche sobre la ciudad, se desarrollan dos historias opuestas. Mientras Diego encuentra la felicidad en la montaña con Valentina y sus amigos, María pasa una noche triste y melancólica en su habitación.

María está en su habitación, sumida en la tristeza y melancolía, recordando los momentos felices que compartió con Diego. Se tocaba suavemente la cara, como para recordar su relación pasada. Esa noche, unas horas antes, María y Andrés habían salido a divertirse. Sin embargo, la noche no terminó como se esperaba.

Andrés, impulsado por la posesividad, intentó tocar el cuerpo de María en público. Ella se negó a aceptar sus insinuaciones y se alejó de él. La situación se puso tensa y Andrés, enfurecido y humillado, la abofeteó delante de todos y se fue.

María regresó a su departamento llena de vergüenza y dolor. Ella estaba sola en su habitación, rodeada de recuerdos que le provocan dolor y nostalgia. Sosteniendo una foto de ella y Diego divirtiéndose juntos. Sus ojos se llenaron de lágrimas cuando tocó la imagen.

María: (susurrando) ¿Por qué terminó así? Recordó los momentos felices, las risas, los abrazos y el amor que compartían el uno por el otro. Cuando abrió el álbum de fotos que hicieron juntos, su corazón se llenó de tristeza. Esa noche, antes de hundirse en la depresión, María decidió tomar una decisión. Quería ver a Diego, hablar con él y tal vez intentar arreglar su relación rota. Desbloqueo el teléfono y empezó a escribir.

Digo, ¿podemos vernos por favor?, quiero hablar contigo y arreglar nuestra relación.

Esperó con ansias una respuesta, su corazón latiendo con incertidumbre. Pero cuando finalmente llegó la respuesta, la dejó sorprendida completamente.

Diego y Valentina tras un beso apasionado en la tienda de acampar. El ambiente entre ellos era intensa, llena de emociones y sentimientos que apenas comenzaban a formarse. En ese momento, el teléfono de Diego que se estaba cargando con una batería portátil en la esquina de la tienda se encendió y emitió el sonido característico de los mensajes entrantes.

Diego se preguntó quién le enviaría un mensaje a esta hora. Valentina, que era la más cercana, agarró el celular. Cuando vio la notificación en la pantalla del teléfono, no pudo evitar notar el avatar del remitente y el resumen del mensaje en la pantalla de bloqueo. Era María.

Valentina pensó para sí misma: Te has arrepentido, pero ya es demasiado tarde. Pero no quiso interferir, así que le entregó el teléfono a Diego sin decir nada.

Diego, un poco sorprendido por el mensaje de María, desbloqueo el teléfono y leyó el mensaje. Sus ojos se movieron rápidamente mientras leía las palabras de María. Su expresión cambió de sorpresa a confusión.

Después de leer el mensaje de María, Diego se sintió arrastrado a un torbellino de emociones. El mensaje de su exnovia despertó recuerdos y sentimientos que creía olvidados.

Pero cuando Valentina le hizo esa pregunta directa y honesta, sus pensamientos se aclararon.

Valentina tomó el teléfono de Diego y luego de leer el texto de María, le hizo una pregunta que despejaría las dudas en sus mentes.

Su voz estaba llena de determinación y sinceridad cuando preguntó: ¿De verdad quieres ser mi novio?

Con un nudo en la garganta y lágrimas en los ojos, Diego respondió con un genuino sí.

Valentina se mostró muy firme y segura de sus sentimientos y con decisión respondió: Entonces yo te haré feliz.

 Llena de confianza y amor, Valentina le asegura que hará cualquier cosa para hacerlo feliz. Luego respondió al mensaje de María con un toque descarado y escribió: Mi Dieguito no puede responder, está ocupado. Luego de enviar el mensaje, guardó el teléfono y volvió a besar a Diego, confirmando su promesa.

Al día siguiente, Diego y Valentina abandonaron la tienda, aparentemente renovados. Caminaron hasta donde estaban los amigos de Valentina junto al fuego.

Luis: (con entusiasmo) Diego, ¡bienvenido a nuestra humilde fogata!

Diego: (sonriendo) ¡Gracias! Espero no haberme perdido nada importante.

Anna: (risas) ¡Oh, no es gran cosa! Solo una declaración de amor.

Valentina: (sonrojada) ¡No les hagas caso, están bromeando!

Diego se acercó y comenzó a ayudar a preparar el desayuno. Se avivo el fuego y el tentador aroma de la comida comenzó a llenar el aire.

Diego: (determinado) Escuché que querían un gran desayuno. Pues prepárense porque hoy estoy inspirado.

Diego comenzó a sacar ingredientes y herramientas de su mochila mientras sus amigos lo observaban con entusiasmo. El aire se llenó de risas y comentarios amistosos mientras preparaban el desayuno juntos.

 Luis: ¡Vamos chicos! ¡Hoy, gracias a Diego, desayunaremos como dioses!

Mario: Diego, ¡eres un maestro! ¡Estamos listos para la fiesta!

Diego: (cocinando) Amigos, ¡prepárense para la comida de sus vidas! Hoy quiero mostrarles lo que hace que un excelente desayuno al aire libre.

Los amigos de Valentina observan asombrados cómo Diego hace su magia culinaria. El tentador aroma comenzó a llenar el aire, haciendo gruñir los estómagos.

Anna: (babeando) ¡Huele increíble!

Luis: (babeando) No puedo esperar para probarlo.

Al ver a Diego interactuar con sus amigos, Valentina se siente más segura y feliz de que su relación con Diego haya dado un paso adelante.

Valentina decidió unirse al grupo fuera de la tienda donde todos estaban ocupados preparando el desayuno.

Valentina: (sonriendo) Amigos, quiero compartirles que mi Dieguito y yo, ya somos novios.

Los amigos celebraron con mucho entusiasmo la unión de Diego y Valentina. Ahora que están saliendo oficialmente, se burlan felizmente de Valentina, señalando que ella siempre recuerda a su Dieguito. El ambiente se llenó de alegría y amistad mientras todos compartían este momento especial con Valentina y Diego.

El día pasó muy rápido y aunque Diego y Valentina se tendrían que separar temporalmente, el vínculo y cariño que se tenían era evidente. Cada uno tenía que hacer sus propias actividades.

Diego se despidió de todos sus amigos y le dio a Valentina un fuerte abrazo y un beso coqueto. Nos vemos después Valentina, avísame cuando llegues a casa dijo.

Valentina quedó encantada con el detalle de Diego, sonrió y asintió, Claro Dieguito, te aviso cuando llegue a casa.

 Cuando Diego se fue, los amigos observaron atentamente su emotiva despedida, compartiendo risas y miradas cómplices.

Valentina está decidida a mejorar su vida con Diego. Aunque amaba su trabajo como repartidora y no quería renunciar, sabía que necesitaba más ingresos para sostener su relación. Entonces tomó una decisión y decidió redoblar sus esfuerzos y aumentar su oferta.

Ella hizo todo lo posible, tomó más pedidos y los entregó de manera más rápida y eficiente. Como su arduo trabajo y dedicación se reflejan en sus ganancias, Valentina se enorgullece de hacer una contribución más equitativa a su relación con Diego.

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