La leyenda de Barbanegra es una historia de aventuras, piratería y traición que se ha transmitido de generación en generación. Te la voy a contar con mis propias palabras, basándome en la información que he encontrado en la web.
Barbanegra era un pirata inglés que vivió a principios del siglo XVIII. Su verdadero nombre era Edward Teach, pero se hizo famoso por su larga y oscura barba, que adornaba con mechas encendidas para asustar a sus enemigos. Era un hombre alto y fuerte, que vestía con elegancia y llevaba muchas armas, como espadas, cuchillos y pistolas. Su barco se llamaba Queen Anne’s Revenge, y estaba equipado con más de 40 cañones. Barbanegra navegaba por el océano Atlántico y el mar Caribe, atacando y saqueando barcos de diferentes nacionalidades. Era cruel y despiadado, y no tenía piedad ni compasión por nadie.
Barbanegra comenzó su carrera como corsario al servicio de Inglaterra, pero luego se convirtió en pirata y se unió al capitán Benjamin Hornigold, otro famoso pirata. Juntos realizaron muchas hazañas, como capturar el barco francés La Concorde, que transportaba esclavos africanos, y convertirlo en su nave insignia. También capturaron otros barcos, como el Great Allen, que llevaba un valioso cargamento. Barbanegra se separó de Hornigold cuando este aceptó el perdón del rey de Inglaterra y dejó la piratería. Barbanegra siguió con sus actividades ilegales, y se alió con otros piratas, como Stede Bonnet y Charles Vane.
Una de las acciones más audaces de Barbanegra fue el bloqueo del puerto de Charleston, en Carolina del Sur, en 1718. Allí tomó como rehenes a varios ciudadanos prominentes, y exigió un rescate de una caja de medicinas. Amenazó con matar a los prisioneros y quemar todos los barcos si no se cumplía su demanda. Finalmente, recibió el rescate y liberó a los rehenes, pero no sin antes robarles sus joyas y objetos de valor.
Barbanegra también se relacionó con el gobernador de Carolina del Norte, Charles Eden, quien le perdonó sus crímenes a cambio de obtener una parte del botín. Barbanegra se estableció en la isla de Ocracoke, donde vivía con su esposa Mary Ormond y sus 14 concubinas. Allí celebraba fiestas con otros piratas y contrabandistas.
Pero la leyenda de Barbanegra no podía terminar bien. Su fama y su fortuna despertaron la envidia y la codicia de muchos. El gobernador de Virginia, Alexander Spotswood, envió una expedición para capturar o matar a Barbanegra. Al mando iba el teniente Robert Maynard, quien sorprendió a Barbanegra en su isla el 22 de noviembre de 1718. Se desató una feroz batalla entre los dos bandos. Barbanegra luchó con valentía y resistencia, pero fue herido por varias balas y cuchilladas. Finalmente, Maynard le cortó la cabeza y la colgó del mástil de su barco como trofeo.