- El castillo de Drácula, Rumania: Este castillo medieval, también conocido como el castillo de Bran, está asociado con la leyenda del vampiro más famoso de la historia, el conde Drácula. Según la novela de Bram Stoker, este era el lugar donde vivía el siniestro personaje, inspirado en el príncipe Vlad Tepes, conocido por su crueldad. El castillo se encuentra en una colina rocosa y tiene un aspecto imponente y tenebroso. En su interior se pueden ver muebles antiguos, armas, armaduras y objetos relacionados con la historia de Rumania y la leyenda de Drácula. Muchos turistas visitan este castillo cada año, buscando sentir el terror y la fascinación que provoca este mito.
- La isla de Pascua, Chile: Esta isla remota del océano Pacífico es famosa por sus gigantescas estatuas de piedra llamadas moáis, que representan a los antepasados de los habitantes originarios. Se desconoce cómo se tallaron, transportaron y erigieron estas obras maestras, que pueden pesar hasta 80 toneladas y medir hasta 10 metros de altura. Algunos creen que tienen poderes mágicos o que fueron hechas por extraterrestres. Lo cierto es que son un testimonio de una cultura ancestral que desapareció misteriosamente, dejando tras de sí estos impresionantes monumentos.
- Stonehenge, Reino Unido: Este conjunto megalítico posiblemente más conocido del mundo siempre ha estado envuelto en un gran misterio: ¿Quiénes lo levantaron? ¿Cuál fue su uso? Su construcción ha suscitado numerosas teorías que lo atribuían a los romanos, druidas y hasta al mago Merlín. Historias que todavía se escuchan en los alrededores de la planicie de Salisbury donde se encuentra y que, cada año, atraen a numerosos curiosos ávidos de descubrir su historia; o de celebrar algunos de los rituales ancestrales. Se cree que Stonehenge fue un lugar sagrado, donde se realizaban ceremonias relacionadas con el solsticio, el equinoccio y la luna. También se piensa que pudo ser un observatorio astronómico o un centro de curación.
- El valle de la muerte, Estados Unidos: Este desierto es el lugar más caliente y seco de América del Norte, con temperaturas que pueden superar los 50 grados centígrados. Además de su clima extremo, el valle de la muerte alberga un fenómeno inexplicable: las rocas deslizantes. Se trata de piedras que se mueven solas por el suelo dejando un rastro tras ellas. Nadie ha visto cómo ocurre este movimiento, pero se cree que está relacionado con el viento, el hielo y la lluvia. Algunos científicos han tratado de explicar este misterio con experimentos y cámaras, pero todavía no hay una respuesta definitiva.
- Machu Picchu, Perú: Esta ciudadela inca es una de las maravillas del mundo y un testimonio de la grandeza y el misterio de esta civilización. Construida en el siglo XV sobre una montaña a más de 2.400 metros de altitud, Machu Picchu fue abandonada tras la llegada de los españoles y redescubierta en 1911 por el explorador Hiram Bingham. Se desconoce cuál era su función exacta, pero se cree que era un centro religioso, astronómico o político. Su arquitectura se adapta perfectamente al entorno natural, creando una armonía entre el hombre y la naturaleza. Sus edificios, terrazas, escaleras y canales de agua son una muestra de la ingeniería y el arte de los incas.
- Uluru o Ayers Rock, Australia: Esta enorme formación rocosa es considerada sagrada por los aborígenes australianos, que le atribuyen un origen mítico y le dan un valor espiritual. Uluru tiene unos 350 metros de altura y unos 9 kilómetros de perímetro, y cambia de color según la hora del día y la estación del año. Su interior está lleno de cuevas, pinturas rupestres y manantiales. Es uno de los lugares más visitados y fotografiados de Australia. Sin embargo, los aborígenes piden respeto por su cultura y su religión, y solicitan que no se escale ni se toque la roca. [Imagen de Uluru].
- Las líneas de Nazca, Perú: Estos geoglifos son unos dibujos gigantescos trazados sobre el desierto por la cultura nazca hace más de 2.000 años. Representan animales, plantas, figuras humanas y geométricas, y solo se pueden apreciar desde el aire. Su significado y función son un enigma para los investigadores, que han propuesto diversas hipótesis: desde un calendario astronómico hasta un mensaje para los dioses o los extraterrestres. Lo cierto es que son una obra de arte única en el mundo, que demuestra la habilidad y la creatividad de los nazcas.
- Roraima, Venezuela: Esta montaña es la más alta de las mesetas tepuyes, que se caracterizan por tener cimas planas y paredes verticales. Roraima tiene unos 2.800 metros de altura y una superficie de unos 30 kilómetros cuadrados. Su cima es un ecosistema único, con especies endémicas de flora y fauna, formaciones rocosas extrañas, cuevas, cascadas y lagos. Es considerada una montaña sagrada por los indígenas pemones, que la llaman la madre de todas las aguas. Es también una fuente de inspiración para escritores y cineastas, que han recreado en sus obras mundos fantásticos basados en su paisaje.
- El triángulo de las Bermudas, océano Atlántico: Esta zona delimitada por las islas Bermudas, Puerto Rico y Florida es famosa por las desapariciones misteriosas de barcos y aviones que han ocurrido en su interior. Se han tejido todo tipo de teorías para explicar este fenómeno, desde anomalías magnéticas, campos de energía, portales a otras dimensiones, monstruos marinos o intervenciones alienígenas. Sin embargo, no hay evidencias científicas que lo confirmen o lo desmientan. Algunos expertos afirman que se trata de simples accidentes causados por el mal tiempo, el error humano o el fallo mecánico. Otros sostienen que hay algo más que no podemos comprender.
10. El bosque torcido, Polonia: Este bosque situado cerca de la ciudad de Gryfino tiene unos 400 pinos que crecen con una curvatura extraña en su base, formando un ángulo de 90 grados. Se desconoce la causa de esta deformación, pero se cree que fue provocada por el hombre para obtener madera para la construcción de barcos o muebles. Otras hipótesis apuntan a factores naturales como la nieve, el viento o los hongos. El bosque torcido es un lugar muy fotogénico y atractivo para los turistas, que se sienten como en un cuento de hadas al pasear entre sus árboles inclinados.