La Sayona Leyenda Venezolana

Casilda vivía una vida apacible como esposa y madre, dedicada a su familia en los vastos campos que se extendían frente a su morada. Sin embargo, un día, el veneno de la infidelidad infiltró su vida. Rumores maliciosos llegaron a sus oídos, insinuando que su esposo la traicionaba con la persona que menos podría esperar: su propia madre.

Cegada por los celos y el dolor, Casilda no pudo soportar la carga de la traición. En un torbellino de emociones, tomó un cuchillo y confrontó a su esposo, llevando a cabo un acto impulsivo. Luego, sin perder tiempo, se dirigió a la casa de su madre, donde la verdad quedó sepultada bajo la furia de su venganza.

Con cada cuchillada, el velo de la realidad se desgarraba más. Sin embargo, antes de exhalar su último aliento, la madre de Casilda logró articular las palabras que cambiarían todo. La infidelidad era una farsa, un cruel invento de una vecina envidiosa que había sembrado las semillas de la discordia.

El peso de la verdad y la tragedia se abalanzaron sobre Casilda. La mentira había marcado su destino, y su madre, en un acto final de desesperación, la maldijo a vagar por la eternidad, buscando a los hombres infieles para castigarlos con la misma arma que había destruido su vida.

Desde entonces, se convirtió en una figura misteriosa que aparecía en las noches oscuras, seduciendo a los hombres con su belleza engañosa. Cuando los tenía cerca, revelaba su verdadero rostro desfigurado y podrido, mostrando el dolor y la ira que la consumían. Con su cuchillo en mano, cumplía la maldición, recordando a todos que la traición puede tener consecuencias más allá de lo imaginable.

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