Amor en Dos Tiempos Cap 2

En la sala, María miró a Diego desde la puerta del dormitorio con una expresión complicada en el rostro. Ella entendió la gravedad del asunto, pero las palabras de Andrés y su propia decisión provocaron sentimientos encontrados.

María: (con voz temblorosa) Diego, ¿estás seguro de que te quieres ir esta noche? Es tarde, podemos hablar de esto mañana por la mañana.

Diego seguía doblando la ropa y mirando resueltamente a María.

Diego: (decidido) María, así como tú, yo ya tomé mi decisión. No puedo quedarme aquí sabiendo que nuestra relación ha terminado. Será lo mejor para mi si tomo un nuevo camino esta noche.

Las palabras de Diego resonaron en la habitación, llena de dolor y tristeza.

María luchó con sus emociones y se sintió impotente mientras veía a Diego continuar haciendo las maletas.

María: (con voz entrecortada) Diego, por favor no hagas eso, ya es muy noche, es peligroso que salgas.

Diego suspiró profundamente, cerró la maleta y giró para mirar a María. Si bien sus ojos revelan amor y tristeza, también revelan la necesidad de seguir adelante.

Diego: (en voz baja) María. Creo que esto es lo mejor para los dos ahora. No quiero seguir aquí.

Diego tomó la maleta y se dirigió a la puerta del departamento, dejando a María sola en el cuarto oscuro.

Diego camina solo por las calles de la ciudad, sintiendo el peso de su corazón roto. La noche era oscura y tranquila y la ciudad parecía dormir.

Finalmente encontró un hotel modesto y económico y entró en la recepción.

El lugar es acogedor y sencillo, y el recepcionista le recibe con una sonrisa amable.

Recepcionista: (amable) Buenas noches, señor. ¿cómo podemos ayudarte?

Diego: (triste) Buenas noches. ¿Hay habitaciones disponibles para esta noche?

Recepcionista: (asiente) Claro, tenemos habitaciones disponibles. ¿Cuánto tiempo piensas quedarte?

Diego: (resignado) Sólo una noche por ahora.

Diego proporciona la información necesaria y paga la habitación. La recepcionista le entrega la llave y le indica cómo llegar a su habitación.

La habitación era básica pero limpia, con una cama individual y una pequeña ventana con vistas a la ciudad iluminada por la noche. Diego dejó la maleta en el suelo y se sentó en el borde de la cama, sintiéndose solo y atravesando el dolor de la separación.

 Imágenes de los momentos felices que compartió con María llenaron su mente y una lágrima solitaria rodó por su mejilla. Sabía que esa noche dormiría solo por primera vez en mucho tiempo.

Diego: (susurra) María…

La noche pasa lentamente mientras Diego reflexiona sobre su vida y las decisiones que lo llevaron hasta aquí. La habitación del hotel se convierte en su refugio temporal donde se enfrenta a la realidad de su relación perdida.

María está sola en el departamento que una vez compartió con Diego. Una tristeza melancólica invadió la habitación y el silencio era sofocante. Sostuvo una de las playeras de Diego en su mano y la sostuvo suavemente, con lágrimas llenando sus ojos.

María: (susurrando tristemente) Diego…

El nombre de Diego salió de sus labios con un suspiro lleno de pesar y nostalgia. La habitación parecía llena de recuerdos de los momentos felices que habían pasado juntos, y María se sintió abrumada por la pérdida de la relación.

Las lágrimas rodaron por sus mejillas mientras abrazaba con fuerza la playera de Diego. Sabía que la decisión de irse dejó un vacío en su corazón y que los regalos materiales de Andrés no podían llenar el espacio emocional que ocupaba Diego.

María: (arrepentida) ¿Es esta la decisión correcta?

María se enfrenta a su realidad y a la gravedad de sus acciones. Al sostener la playera de Diego cerca de su corazón, se dio cuenta de que los regalos y la atención de Andrés no podían reemplazar el amor y la conexión que tenía con Diego.

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