Amor en Dos Tiempos Cap 3

Capítulo 3 – Día Agotador

A la mañana siguiente, a pesar de pasar la noche sin dormir en el hotel, Diego se presentó en la oficina de la empresa de ropa. Aunque sus ojos mostraban cansancio emocional, su determinación de continuar con su trabajo no flaqueó.

Su amigo y colega Juan notó enseguida que algo andaba mal con Diego. Juan es un colega de confianza con quien Diego ha compartido muchas experiencias a lo largo de los años.

Juan: (preocupado) Diego, ¿estás bien? Te ves cansado y distante hoy.

Diego: (forzando una sonrisa) Estoy bien, Juan. Acabo de pasar una noche difícil.

Aunque Diego trató de mantener una apariencia de normalidad, Juan podía ver claramente la mirada perdida y el cansancio en sus ojos, y supo que algo más profundo estaba pasando.

Juan: (insistiendo) No me estás diciendo la verdad amigo. Sé que algo te está molestando. Puedes confiar en mí.

Diego dudó por un momento, pero finalmente decidió compartir su dolor con Juan.

Diego: (suspira) Es María, Juan. Anoche decidió que nuestra relación había terminado.

La noticia conmocionó a Juan, quien sabía lo importante que era María en la vida de Diego.

Juan: (con comprensión) Lo siento, Diego. Debe ser muy difícil para ti.

Diego asintió y agradeció a su amigo por su atención mientras lagrimas caían por su mejilla.

Diego: (triste) Sí, así es. Pero sé que tengo que seguir adelante y concentrarme en mi trabajo.

Juan en silencio puso su mano en el hombro de Diego, con unos cuantos pequeños golpes le dio a entender que el estaría a su lado.

A lo largo del día, Diego intentó mantener su desempeño en el trabajo, pero el corazón roto seguía persiguiéndolo.

Juan sabía que su amigo estaba pasando por un momento difícil y lo apoyó en silencio.

María estaba sentada en la mesa del comedor, rodeada de sus compañeras. Mientras compartían su almuerzo, la conversación fue animada hasta que una de sus compañeros decidió preguntar.

Sofia: (curiosa) María, ¿por qué comes con nosotras? ¿No quieres volver a ir con Diego?

María bajó la cabeza y suspiró antes de responder.

María: (triste) No, ya no estoy con Diego. Terminamos.

Sorpresa y preocupación aparecieron en los rostros de sus compañeras.

Tania: (sorprendida) María, ¡no me cuentes eso! ¿Pero qué pasó?

María se sintió un poco incómoda al explicar la situación, pero al final decidió hacerlo.

María: (explicando) Le gusto mucho a mi compañero Andrés. Ha sido muy detallista conmigo y siempre insistió en que me quedara con él. Anoche tomé la decisión de romper con Diego.

Las expresiones de sorpresa de sus compañeras se convirtieron en expresiones de preocupación.

Sofia: (preocupada) María, sabíamos que Andrés estaba interesado en ti, pero no esperábamos que llegara tan lejos. Ten cuidado con él, es un tipo peligroso.

Tania: (asiente) Sí, hemos oído hablar de él. No es un hombre en quien se pueda confiar fácilmente.

Al escuchar la advertencia de sus compañeras, María sintió que se le hacía un nudo en el estómago. Empezó a darse cuenta de que tal vez había subestimado las intenciones de Andrés.

Después de un día agotador en la oficina, Diego decidió hacer algo con respecto a su situación de vida. Sabía que ya no podía vivir en el departamento que compartía con María, así que decidió mudarse.

Durante la pausa del almuerzo, llamó al propietario de su departamento para informarle de su decisión de abandonar el lugar.

Diego: (al teléfono) Hola, Sr. González. Me gustaría anunciarles que ya no viviré en el departamento que alquilé con María. A partir de ahora, todos los gastos relacionados con el departamento estarán bajo su control.

El propietario entendió y aceptó la noticia e hizo los cambios necesarios al contrato de alquiler.

Una de las colegas de Diego, Carolina, escuchó parte de la conversación telefónica y se acercó a él después de que terminó su jornada de trabajo.

Carolina: (Amistosa) Diego, he oído que estás buscando un nuevo hogar.

Actualmente hay varios departamentos en renta en mi edificio. Puedes encontrar algo que se adapte a tus necesidades.

Diego le agradeció el ofrecimiento, sonrió y asintió.

Diego: (agradecido) Carolina, eso sería de gran ayuda. Busco algo cómodo y económico. ¿Me puede decir más?

Carolina le brinda información sobre los departamentos disponibles en su edificio, incluidos precios y comodidades. Diego pareció interesado y asimiló la información.

Carolina: (comprensiva) Si estás interesado, puedo comunicarme con los propietarios y mostrarte algunos departamentos una vez que hayamos terminado.

Diego vuelve a agradecer a Carolina su amabilidad.

Diego: (Agradecido) Carolina, eso sería genial. Estoy buscando un nuevo comienzo y tu ayuda es muy importante para mí.

Carolina acompaña a Diego al complejo de departamentos que ella le recomendó.

Juntos entraron al vestíbulo, donde se encontraron con el propietario del edificio, el Sr. Rodríguez.

Carolina: (presentando) Sr. Rodríguez, él es Diego. Está interesado en rentar un departamento en el edificio.

Sr. Rodríguez: (amistoso) Mucho gusto, Diego. Estaré encantado de ayudarte a encontrar el lugar adecuado. Disponemos de varias opciones en diferentes tamaños y precios. ¿Hay alguna preferencia particular?

Diego explicó sus necesidades que buscaba algo cómodo y asequible.

Sr. Rodríguez asintió y les mostró los diferentes departamentos del edificio.

Carolina y Diego visitaron varios departamentos, revisaron las opciones y discutieron las comodidades de cada departamento. Diego agradeció la ayuda de Carolina, quien actuó como intermediaria entre él y el dueño.

Carolina: (señalando) Este departamento tiene una hermosa vista y una cocina espaciosa. Esto es perfecto si te gusta la luz natural.

Diego: (agradecido) Gracias Carolina. Debo admitir que tu ayuda lo hizo mucho más fácil.

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